"Y si...."

Siento llegar tarde, estaba hoy disfrutando de la sanidad pública, si eso que es como beneficencia pero que pagamos vía impuestos y nos quitan su importe de la nómina todos los meses. No es que esté mal, vamos no más que vosotros, quizás mejor que vosotros, ¡Hay que ver como están esas cabezas! Lo digo por los comentarios que recibo.

Vuelvo a lo que estaba, no existe una sala de espera, para lo de los análisis, que es para lo que iba, la gente se reúne alrededor de una escalera, a esperar que les nombren y aunque cada uno tenemos nuestra hora, es algo meramente orientativo, ya que si bien comienzan a las 8 a.m., no empiezan hasta que no están todos, es decir 8,15 a.m.

Además todos quieren estar en primera fila, ¿ansia por qué le pinchen a uno, cercanía a la lista de citas, ser los primeros?, me temo que no,  pero todo el mundo quiere estar cerca de todo, quizás por ello les pillan tsunamis, terremotos o erupciones volcánicas, somos una especia cotilla, amen de predadora, ¿y sin dan algo gratis, y si puedo robar algo, y si me puedo colar, y si no oigo mi nombre, y si se me cuelan? Es decir no somos humanos somos “y si”, una nueva especie que no reconoce especie hermana, pero que siempre quiere estar delante, la primera, así nos luce el pelo.

Pues bien que me pierdo, después de nombrarme han cogido mi volante, me han dado una pegatina y yo he pedido un justificante, que la Esperanza cree que eso es gobernar, justificar todo el tiempo que “pierden” sus “y si”.

Me ha tocado, del verbo corresponder, sin connotaciones sexuales, una tía maja, que al preguntarle por los guantes de teñir que llevaba, es decir, unos guantes de chino,  transparentes, que parecen más bien de los que vienen de propaganda para teñirse el pelo. Me ha comentado que cada vez todo esta peor y eso son los guantes que le han dado. Después al no encontrarme las venas, ya decía yo que no soy de este planeta al carecer de vida inteligente, me ha propuesto pincharme en la mano y yo he decidido que la izquierda, que es en la que tengo la sangre más roja. Ha aceptado, me ha visto la pulsera republicana, que me ha hecho Carmen, y me ha seguido comentando las carencias y recortes que siguen sufriendo. Tanto es así que me ha tenido que pinchar como una aguja de niño, no tenia otra más apropiada para pinchar en la mano.

Después de 30 días esperando para la cita, me tienen que pinchar con una aguja de niño y los resultados en 10 días, si me estuviera muriendo, …………… si me estuviera muriendo, …………………… que más da; uno menos.

Y es que eso somos,  uno más que viene, todo el mundo procrea, y uno menos que se va, que no cumple su función y no procrea, pero, que quede claro: porque no le sale de los cojones……… bonita figura literaria: porque no le sale de los cojones, que es de donde salen los niños para encontrar una isla a la deriva, por la que pelear a hostia limpia con otros como él y dejar que mueran, mientras que el defiende a capa y espada el islote conquistado.

 ¡Joder y luego dicen que los niños son ricos! Son unos psicópatas en potencia, que lo primero que hacen al llegar al mundo por un tubo carnoso, es dar de hostias a sus hermanos para ser los “únicos” en sobrevivir. ¿Qué poco les costaría dejar ese rabito tan gracioso, que tienen, para que dos o tres remontaran por el, que en un óvulo hay sitio para varios y lo mismo nacía una especia nueva con más cerebro?

Pero claro lo primero que haría seguramente sería acabar con nosotros, yo haría lo mismo.