Hablando ayer con Josemanuel, que es como yo lo llamo, así de golpe, sin separar nomen de praenomen que harían los latinos, me puso tibio, quizás un poco en mi sitio, lo de los niños le pareció fatal, y es que claro el ha sido niño, yo evidentemente.........................no. Me recordaba cuando jugábamos de pequeños, cuando nos quitábamos los juguetes, cuando mi madre imponía orden entre los gritos diciendo: "que ya estaba bien que parecía que había gitanos en la casa". Como si un gitano gritara más que un payo, luego al oír eso que llaman "cante jondo" la entendí un poco, a mi madre, no a los gitanos. Pero sobre todo se cabreaba porque ella, no entendía, como un niño "solo" podía montar tanto jaleo. Ella no podía ver a Josemanuel, solo lo podía ver yo. Hoy me acompaña, me calma y me aconseja, casi siempre acertadamente. Así estas lineas que os bombardean todos los días deberían rezar, las cosas del Josemanuel y el Rouco. Pero sería inútil, para vosotros tampoco existiría, o quizás si. El siempre está en mi. Es mi amigo.
Bueno que tengaís un buen día, sino lo jode algún jilipoyas. (Estate quieto Josemanuel, esto lo pongo por cojones).
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