Pongamos que tu eres yo y yo soy tu, es decir, que no existe diferencia entre ambos. Ya lo has descubierto ¿no? Es como si hablaras contigo mismo o mismamente contigo, aunque hablas conmigo o yo contigo………………. bueno es lo mismo.
-¿Hablamos?
-Vale…………
-Supongamos que estás en el paro.
-Para eso no hay que suponer tanto, pongamos que el que habla consigo mismo o contigo es uno de 6.000.000
-Pongamos…………..
-¿Por qué aguantas todo lo que pasa?
-¿Qué voy a hacer?
-Rebelarte por ejemplo
-¿Contra quién?
-¡Joder!, contra los causantes: la banca, las multinacionales, el gobierno que las ampara, será que no hay causantes.
-¿Y que hago?
-Sal a la calle, grita, no dejes de ir a ninguna manifestación, carga contra quien te pega, contra quien te roba, insúltalos, muerde, patea……………
-¿Y qué voy a conseguir con ello?
-Es duro conversar contigo, es duro conversar con el otro, es duro conversar con uno mismo.
-Estoy harto de ir a manifestaciones a son de batucada, y con aire festivo y por otro lado no quiero que me peguen, en el fondo será miedo.
-¿Tienes miedo de tus gobernantes?
-Si
-Pero tú los has votado………………
-Muchos de los 6.000.000 lo han hecho, pero como yo tienen miedo.
-No lo entiendo.
-Es fácil, tengo cosas que perder…………………..
-¿Qué cosas?
-Mi casa, el subsidio de paro, tres comidas al día en el mejor de los casos
-Pero hay gente que no come, no tiene paro, no tiene casa, ¿no te importa?
-Mientras no sea yo, la verdad es que no.
-Pero y todos los que antes que tu han pasado por cárceles, por tortura, por vejaciones innumerables, para que tu ahora tengas miedo.
-No tendrían nada que perder……………
-Te recuerdo que algunos perdieron hasta la vida
-Por eso porque no tenían nada que perder, solo la vida. Cuando lo pierdes todo lo menos importante es la vida, ¿para que la quieres, si no tienes nada?
-Entonces para que hagas algo, tienes que perderlo todo.
-Creo que si.
-Pues entonces, prepárate, ya queda poco.
-Vale.