Hay que ver como sois, para una vez que no escribo yo, tengo más entradas, en el invento este, que cuando lo hago.
Sois unos seres sin corazón, sin consideración por los 10 minutos que empleo cada mañana en comunicarme con vosotros. Pero el género humano es así, cuanto más le das, menos te considera.
Que conste que no es una queja, en toda regla, es una reflexión. Esto lo hago porque el cuerpo me lo pide, me gusta más relacionarme a distancia con el genero humano, ósea vosotros, que en directo. Me aburren soberanamente las reuniones multitudinarias, el conocer a gente nueva, tener que estar simpático y ocurrente, cuando lo que me apetece es estar ácido y corrosivo. Es mi carácter, estoy tatuado por generaciones de gentes que genéticamente me han hecho así.
Si a esto unimos a que cada uno va a lo suyo, pues se junta el hambre, con las ganas de comer.
Muchas veces he entregado mi amistad a alguno de vosotros y fuera de vosotros, a muerte y lo que he conseguido, es eso, muerte, que no me dieron la opción de susto. Y cuando lo entregas todo y te quedas sin nada, son como fisuras en los sentimientos que al cicatrizar dan lugar a cordilleras, que impiden que nuevos sentimientos coronen las cumbres cicatrizadas.
Pero no vamos a ponernos estupendos, hace un día agradable, lo que no opta para que llegue algún/@ hij@put@ y nos lo joda.
Mañana más y espero más animados todos.
Y que el último “que habéis leído tantos” no era del Sampedro, era un bluf de Internet, lo siento, pero en el pecado tenéis la penitencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario