Dijo el poeta que: ........... era la gloria vestida de tull con la mirada lejana y azul, limpia y bonita siempre iba a la moda, arregladita, como "pa ir de boda"................... Así empieza una canción de Serrat, en la que un individuo hastiado de la vida, hastiado del amor, solo consigue enamorarse de ella, que no es otra cosa que un maniquí, que es la idea del amor que él lleva dentro.
Quizás venga de ahí el maniqueísmo de esta sociedad, valga la redundancia, la dicotomía entre lo real y lo ficticio, sin fisuras, sin intermedios, sin medianerías. Pero ¿y si Rajoy no existiera, ni Rato, ni Gallardón, ni Botella, ni el Rey y su corte y si fuésemos libres para acabar con estos pseudo-líderes de cartón piedra, que como en la canción: eran como esas muñecas..........................de abril que me arañaron de frente y perfíl, que me arrancaron la ilusión de cuajo. De una pedrada me cargué el cristal y corrí, corrí con ella hasta mi portal, todo su cuerpo me tembló en los brazos, nos sonreía la luna de marzo.
Rompamos estos maniquíes que nos engañan, que no existen, arranquemos los líderes que llevamos dentro y luchemos por nosotros y el resto, si no sale bien el fin está escrito............................ y luego llegaron ellos, me encerraron entre estas cuatro paredes blancas, donde mis amigos vienen a verme, de dos en dos y de tres a cuatro.
Mejor encerrado que mentalmente castrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario