Estuve allí, habían pasado más de 30 años, -estoy en una edad en la que de todo hace ya 30 años-, algo que podría ser triste a priori, no lo es, estoy cansado, estoy tan cansado de gritar, de exigir, de pelear, (incluso una vez hasta fui detenido, por estar en contra de la selectividad, no fue nada, solo el susto, cuatro horas en un banco en la comisaría de San Blas y un cachete y amenaza de avisar a nuestros padres), benditos 17 años, en los que creíamos que todo era posible, que todo era alcanzable, que con ímpetu podíamos salir del agujero, de barrios mugres y lumpen.
Luego vino la mili, que me demostró el sentido de la autoridad sin sentido, hasta el punto de convivir con un asesinato, en el centro de Reclutamiento de Colmenar, a manos de un capitán, de un recluta por sobre esfuerzo físico y el consiguiente castigo, también físico.
Y en esto llego el 23-F, yo seguía en la mili, me recluyeron, ellos dijeron acuartelaron en Cibeles, en el Cuartel General del Ejercito, me aliñaron con traje de asalto, me dieron cartucheras repletas de balas y un cetme, que solo había usado ocasionalmente en las practicas de tiro de Colmenar, pasamos toda la noche en vela, con el fusíl entre las piernas y pensando que iba a hacer. Sobre las cinco de la mañana, lo decidí, no iba a tirar un solo tiro contra el pueblo, si por ello tuviera que matar a alguno de mis compañeros de cuartel, decidí que lo haría, era mi decisión y ya estaba tomada.
Afortunadamente no se dio el caso, nos despojaron de nuestro armamento y pertrechos y nos mandaron a dormir a casa, al parecer los golpistas, habían depuesto su actitud, hoy treinta años después están todos libres en residencias playeras disfrutando de una jubilación que les tenia que haber sido suspendida junto con el indulto que a todos les fue concedio.
Entonces nosotros no conocíamos el futuro, salimos a la calle al día siguiente, yo ilegalmente, ya que un militar no se podía manifestar, pero todo daba igual, había que cambiar el régimen, había que luchar por una sociedad democrática, fuimos millones, fue emocionante y fue entrañable, abrazos, gritos, puños en alto. Parecía posible lo imposible y sin ayuda de nadie, ¡Bendita la fuerza de la juventud, hoy inexistente!
Se habló mucho de la figura del Rey, pero el golpe de estado tuvo lugar a las 6 de la tarde, yo estaba en el cine Galaxia en mi barrio, mi odiada Elipa, y mi padre me sacó de allí por haber recibido aviso del cuartel, al que tenia que incorporarme como fuerza de choque, sin saber el bando, y mi padre me dejo ir, sin saber a quien tendría que disparar, todo era triste, quizás entonces le perdí el respeto a mi pobre padre.
Mientras el rey, al parecer meditaba, que hacer, curiosamente todos los golpistas eran Monárquicos, desde Milans del Bosch, hasta Armada, pasando por Tejero, quien nos anuncio por televisión que una alta autoridad se personaría en el Congreso para explicar los términos del Golpe ¿El Rey?, mientras en los escaños entre los tiros, solo dos personajes sin inmutarse permanecieron sentados en sus escaños, mientras los demás como ratas se tiraron al suelo, Santiago Carrillo y Gutiérrez Mellado, acostumbrados a sentir las balas zumbar sobre sus cabezas desde su juventud; unos mindundis armados no los iban a acajonar, es mas Gutiérrez Mellado hasta forcejeo con los jóvenes guardia civiles, quienes fueron incapaces de reducirle.
Dos ejemplos de las Derechas e Izquierdas que me hicieron estar orgulloso de ser español.
Mientras el rey en silencio, sopesando seguramente la postura a adoptar, y evidentemente cuando vio que el golpe se desmoronaba, a las 3 ó 4 de la madrugada, reacuérdese que habían pasado de 9 a 10 horas del comienzo de la bufonada, salio engalanado como Capitán Genera, apoyando la constitución y repudiando a los golpistas, ¿qué paso en esas 9/10 horas?, pues lo que siempre han hecho los borbones, sopesar, pensar en su futuro, en sus millones, en ellos mismos, como vemos que ahora vuelve a suceder.
Que alguien me explique como un señor que llegó al poder con cero pesetas de entonces, hoy es una de las Monarquías más acaudaladas del continente? Robando, esta claro.
Pues con estos mimbres y gran ilusión me presente de nuevo 30 años después delante de mis antiguos y nuevos compañeros, recorriendo el paseo del Prado para llegar a Neptuno, la solemnidad de antaño, se había perdido, ya no eran rostros decididos, a los que nadie les iba a hurtar la libertad, primaban los jóvenes, jóvenes que han crecido en un ambiente asquerosamente burgués, que no saben lo que es pelear, que no saben lo que es luchar, que no saben que es San Blas, la Elipa y Entrevias, a los que sus padres y los poderes públicos han adocenado, dividiéndolos en pijos de clase media y pijos de clase alta, que se creen revolucionarios, con sus rastas, con sus afeitados cráneos con sus tambores y sus pancartas del club de la comedia, aquello era una fiesta, batucadas, trompetas, pitos, disfraces, consignas humorísticas propias de los carnavales de Cádiz.
Estuve aguantando hasta las 8, pero con el cuerpo revuelto y realmente triste me retire por donde los maderos me dejaron, todo estaba perfectamente cercado, hasta mi casa. Pero con una sensación de amargura, tan aproxima a la muerte de alguien amado, que me dolía el alma, en el caso de que tal accesoria venga de serie.
¿Qué vamos a conseguir así, pensaba, a ritmo de música, con abuelos y niños en la calle, con cantos y consignas? Lo siento, pero nada, solo teníamos que haber avanzado pacíficamente hasta los policías, tirar las vallas y acorralarlos hasta hacerlos huir, ellos eran 1500, nosotros medio millón, al menos, teníamos que haber entrado en el congreso y haberlo tomado, haber promulgado leyes y apoyarnos en los políticos que las secundaran, eso es un cambio político, eso es una revolución, sin sangre, ni heridos, ya no hacen falta cócteles molotov, solo la fuerza de la masa, somos muchos y solo nos falta decisión, ausencia de miedo, y determinación.
Por favor hasta que no lo plantéis en estos términos no contéis conmigo, no quiero ser un número, quiero ser un individuo, no tengo miedo a exponer mi vida, resistencia pasiva pero en la acción, si no caminamos juntos hacia derrumbar el poder, lo siento pero yo “pienso pero no existo”, como sucede con vosotros para ellos…………en el mejor de los casos.
Buena suerte.
Nota: perdonad la falta de revisión ortográfica, pero no estoy de humor.
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