Me voy unos días de vacaciones y todo patas arriba, ¿seré yo, que al no vigilar-criticar todo lo que veo y escucho, esperan a que me desplace para dar lugar a sucesos y catástrofes sin par?
Bueno al lío, antes de que se líe, (valga la redundancia) Empiezo por el final, aunque, en realidad, es el principio: Atónito me quedo al ver la celebración de los funerales de estado, cuando en realidad deberíamos hablar de “funeral del estado”, por las victimas de Santiago, pero ¡por dios! (para quien crea), ¿no sería más lógico esperar a que todas las victimas salgan de la UVI, con el fin de saber los muertos realmente, o quizás según vayan muriendo, en el peor de los casos, convocaran otro funeral de estado, para volvernos a pasar por las narices a reyes, infantas, presidentes, consejeros, jefes de la oposición, alcaldes y concejales, todo ello con el fin de mejorar una imagen que no arreglan ni con la estética. ¿Al próximo funeral de estado vendrá Urdangarin y Señora, le darán un permiso a Barcenas?
Es triste, pero estos muertos han servido únicamente para que estos cabrones se laven la cara, se muestren como los cuidadores del rebaño que en los momentos duros están ahí para apoyar al común, a la pobre carne de cañón. Eso si, asumir responsabilidades ni una, que bajo el ministerio de Cascos se diseño la curva de los cojones, ni mu, que se decidió colocar a rodar trenes de alta y semi alta velocidad por vías no preparadas para ello, ni mu, y esto también le toca al PSOEPP, que tenemos los mejores trenes del mundo mundial, todos llenándose la boca, pero si al conductor le da un infarto, a tomar por culo todo el pasaje.
¿Pero en que país vivimos? Infraestructuras de ciencia ficción para paletos del paleolítico, ¿a quien no se le ocurre imponer dos conductores en cada tren que sobrepase estas velocidades e instalar todas las medidas de seguridad, por si le da un yuyu a 300 por hora?
El final esta claro, seguramente el conductor terminará siendo declarado culpable, a pesar de realizar un trabajo con un material no adecuado y sin las medidas de seguridad mínimas y como no sea muy fuerte de carácter, nos mostraran su cuerpo oscilante, como melena de campana, en las portadas de los periódicos o nos relataran que se ha suicidado a base de pastillas.
Mientras todos son unos héroes, cuando se han derivado a los accidentados a clínicas privadas, dado que el hospital general de la seguridad social de Santiago tenía plantas y camas cerradas.
En cuanto a los vecinos de Angrois, hicieron lo que hubiera hecho cualquiera con sangre en las venas, pero para lo que no tienen, ni tenemos, sangre en las venas es para colgar a todos los asistentes al funeral de estado, auténticos verdugos de las por ahora 79 victimas.
Pero cuidado que vamos de modernidad en modernidad. Desde ahora en Valladolid, tenemos una concejal con síndrome de Down, que va a sustituir a un corrupto, por lo menos tendremos “casi” la seguridad de que esta no robará, aunque dice el refranero “que hasta el más tonto hace cestos”. Eso si no le darán ningún área de gobierno, ¿por qué acaso el consistorio la considera subnormal para llevarlo a cabo? Supongo que si le han dado el cargo no será para lavarse la cara de su política de restricción de gasto al dependiente, y mostrar que ellos si que son solidarios con la integración, pero en una esquinita y que tome notas, que al fin o al cabo es auxiliar administrativo reciclado. Estoy por la igualdad, pero no por las gilipolleces, ¿no hay nadie en Valladolid más dotado para ocupar el cargo de concejal, alguien sabe el currículo de esta chica, de quien es hija, de quien es hermana, que formación tiene, si se presentase a unas elecciones ganaría?
¿Lo próximo será una mujer maltratada a cargo de un ministerio, por el mero hecho de serlo?
Lavarse la cara es no engañar, no robar, no estafar y no utilizar a una pobre chavala, (que no hacia nada más que repetir lo que una señora, de aspecto bastante rancio, le decía: “voy a aportar frescura…………..”,) de la que no dudo que puede ejercer multitud de funciones, pero que no la utilicen como, brillantemente, refleja Valle Inclan, en Divinas Palabras: solo falta el carretón para que la paseen entre pleno y pleno, con el fin de trasmutar monedas en votos.
Mientras el diablo se ríe, y a este paso nunca dejará de reír.
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