Hay días que uno se levanta fascista, si habéis leído bien, fascista.
Cuando la hartura llega a unos términos insostenibles, solo se puede recurrir a la razzia. Dicen que quien este libre de pecado tire la primera piedra, esto solo lo pudieron inventar los poderosos, para que no los tapicen de pedernales, que piense el resto que a nosotros solo nos pueden tirar escoria, en consonancia con nuestros pecados y no me refiero a mierda, me refiero a esas amalgamas de mineral sin consistencia y llena de poros que queda después de la fundición, ese deshecho que somos nosotros después de habernos sacado todo lo aprovechable que nos quedaba. Somos eso, piedra pómez de fundición, y si nos la tiran encima solo nos harán arañazos, en comparación con el duro pedernal que recibirán ellos.
Pero hay días en que uno se levanta fascista.
Que le gustaría utilizar los elementos que usan ellos para mantenernos atados a una silla, en el mejor de los casos o a una zanja en el peor de los casos. Nos hacen hasta pedir trabajo, cuando ellos no saben ni lo que es eso. Ellos solo recibir, nosotros dar. Pero claro ganaremos el reino de los cielos, ¡Hay que joderse un reino, ni siquiera una republica!
Y es que hay días en que uno se levanta fascista.
Y le gustaría no tener que dar de comer a todos estos imputados, que en el mejor de los casos, seguirán viviendo del presupuesto, en la cárcel y ese fascismo pide que vuelvan los trabajos forzados, que les cierren los gimnasios, las piscinas, las bibliotecas y que hagan carreteras, presas, hospitales y colegios.
Un momento…………….. esto no es fascismo………….. es justicia social; jajajajaja, creíais que me habías engañado, eh, pues no: “pienso luego existo”……………pese a quien pese.
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