Cuando voy a comprar el pan, el panadero está a mi servicio, él me da el pan y yo le pago. Cuando se me rompe una tubería llamo al fontanero, el fontanero, como mi empleado circunstancial, me repara la avería y yo le pago. Cuando voy al consultorio de la Seg.Social, el médico, que es mi empleado, debe curarme, yo le pago todos los meses y de manera obligatoria. Cuando un empleado del organismo donde yo trabajo tiene una duda relativa a personal, viene a mi y yo le atiendo, soy su empleado, él con sus impuestos paga mi sueldo.
¿Pero que pasa cuando un congreso de diputados, que son mis empleados, no me representa? Yo pago mis impuesto: eurocomunitarios, nacionales, autonómicos y locales, directos e indirectos, tasas, multas, apremios, etc., pero si no me representan yo no puedo cambiar de gobernantes, hasta después de cuatro años.
Si puedo cambiar de panadero, fontanero, medico o funcionario, si no me atienden, me sisan, o me tratan mal, de manera inmediata e incluso presentar una reclamación al respecto, ¿Por qué no puedo cambiar de políticos?
La respuesta es porque yo estoy a su servicio, soy rehén de ellos, con el camelo del régimen democrático, disfrutan de las prebendas, sueldos y sobre sueldos, son corruptos, inoperantes y yo debo esperar otros cuatro años, para elegir, entre los mismos, otros que me parezcan menos malos.
Pero cuando tenemos un presidente que según sus palabras ha sido engañado durante veinte años, por “un delincuente”, “su delincuente”, muestra su falta de preparación para guiar un país, que si por algo se caracteriza, es por ser el país “del lazarillo de Tormes”, es decir, y repito cita del día anterior, un país donde “hasta el más tonto hace cestos”. Y es que con tal de no trabajar la gente hace malabares.
Esto nos muestra que es un inoperante e inapropiado presidente, que no se entera ni por donde van los “tiros”, ¿cómo, pues, va a gobernar este país?
Habréis observado el entrecomillado profuso, que intencionadamente he colocado, para los no versados, he de decir que para un discurso y cuando se citan palabras que se quieren resaltar y pertenecen a otras personas, después de cerrar comillas y entre paréntesis, se indica al orador: fin de la cita, indicando que el discurso continua pero el texto siguiente no pertenece a la cita anterior, es una información, no forma parte del discurso.
Tenemos un presidente tan tonto que para leer un discurso, lee en voz alta hasta la marca de agua del folio que indica su fabricación……………….¿ dónde vamos a parar?
(Cierro interrogación) Fin de la pregunta.
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