Olvido dixit, o lo que es lo mismo mi abuela Olvido decía: “nada hay más barato que los días, después de uno, viene otro”.
Simple pero certero, habla de ellos como una sucesión temporal, que no nos indica en ningún caso: valor, felicidad, sabiduría, paz, progresos………………………..
Nos habla de paciencia, que es lo más barato que atesoran nuestros dirigentes, nuestra paciencia que al parecer es infinita, como el universo.
Pero los universos, y ahora más que nunca, son paralelos. No se puede comparar el universo de occidente, con el de oriente, el de un blanco con el de un negro, amarillo o cobrizo, el de un rico con un pobre, que es al fin o al cabo, a lo que se reduce todo.
No existe el racismo como tal, existen las diferencias económicas entre los distintos universos que conviven en este.
Y entre ellos los días que van pasando, como una mercancía sin valor, renovada día tras día, sin precio, sin valor, solo un coste: el de la vida, que se nos va de forma barata, y en nuestro caso sin hacer ruido, con un aleteo de mariposa en una campana sin aire, como el susurro de un ciempiés en un suelo sin tierra, como el amor que una vez sentimos y que ahora hemos renovado, que salta de día en día, como en unas rebajas, en las que la existencia es el saldo.
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