Anoche tuve un sueño…………………….., no, no eran más visitas a este cartel de anuncios, de quejios (en flamenco), en los que día tras día vierto todas mis inadaptaciones, que es lo que soy un inadaptado. Y claro a los inadaptados, que quiere decir, para los menos leídos, que no se adaptan al resto, se los margina, así que a este paso no llegaremos nunca a los 3000, no obstante nunca pensé que hubiera tal cantidad de inadaptados dispuestos a leer las digresiones de un “yayoflauta”, sin cabida en este mundo: sin metas, sin pensamiento, sin solidaridad, en suma sin amor……..propio.
No obstante sigo soñando, y anoche tuve un sueño, en mi sueño las calles se llenaban de gente gritando por sus derechos, indignados por el medicamentazo, por los recortes en sanidad, por la reforma educativa, que con tantas revalidas no busca otra cosa que solo estudien los niños de colegios privados, que como siempre ha sido tendrán las notas más altas, por mor del coste que sus papas hacen efectivo, mes a mes y que por tanto tendrán amañe en sus pruebas revalidatorias. Pasaba en mis tiempos en los que yo en un colegio nacional en la elipa, tenia que hacer la revalida en un instituto de vallecas, donde no me conocía ni dios, mientras que los de Nuestra Señora de la Merced, colegio privado del barrio, donde iba la flor y nata de los curritos, los exámenes de revalida se hacían en sus aulas y por sus profesores.
Yo por mor del estudio aprobé las revalidas, pero encima me pillo la primera selectividad y también la aprobé, a base de huevos entre en la universidad, eso si con 28 años, cuando ya estaba trabajando, que mis padres no podían pagarme los estudios. Aun recuerdo el día que salí con mi titulo debajo del brazo y pensé, saltándoseme las lágrimas, en mi abuelo, y pensé en mis padres.
Lo habíamos conseguido, el primero de toda la estirpe que había conseguido una titulación universitaria. Pero el universo tiene reglas generales, aunque no particulares, y decretó: que vale muy bien un pringao tenia un título ¿y que? , pues nada a teclear un ordenador, realizar informes absurdos e intentar cumplir lo mejor posible en un trabajo que me interesa tanto como tener una familia numerosa.
Por eso el sueño me sobrecogió, todo podía cambiar, el mundo despertaba, las calles abarrotadas, así lo atestiguaban, nuevos tiempos, un nuevo despertar, todos con grandes palos en las manos y las camisas teñidas de sangre, explosiones por doquier, ya había estallado, había tardado mucho, habíamos esperado mucho, la banca iba a temblar dejaría de robarnos y ahora nosotros dirigiríamos nuestras nuevas vidas………………………,
Pero después del sueño llega, indefectiblemente el despertar, versus la desilusión, el rojo sangre era la enseña nacional, que con su rojo recuerda todos los por ella masacrados, los palos eran sustento de la maldita bandera y los gritos no eran de revolución, eran de pasión, pasión por la roja, pero la roja de fútbol, al parecer hemos hecho historia y no por las bajadas de sueldos, por los incendios que se extienden al reducir el montante dedicado a su extinción, no por el paro, no por los desahucios, no por la asanidad, entiéndase el giro, no por la ineducación, no por el fin del fraude fiscal, no por la prisión preventiva de todos los que se han quedado todo, no, era por la injusticia que con el tiempo será llamada justicia. Hemos hecho historia al ganar un partido de fútbol.
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