Hace tiempo que por las mañanas cuando me levanto, ya no tengo la colita tan dura como un canto; por las mañanas toda mi sangre está en el cerebro y como tal pienso, lo cual no quiere decir que exista, que existir es ser y ser es actuar y actuar es modificar. Y yo últimamente no modifico nada más que la posición de los muebles de mi casa.
Eso si hablo mucho, escribo bastante, “fasbuceo y twiteo”, permítaseme los neologismos. Mucho compartir, mucho denunciar, mucho bla, bla, pero poca chicha al final.
Compañer@s, estamos tocando fondo, pero no un fondo duro, en el que podamos tomar impulso para poder ascender de nuevo, esta vez en el fondo solo hay fango, y eso es “feisbuc y tuiter”, (al pan, pan y al vino, vino). Lo han creado ellos para que nos entretengamos, para que la fuerza se nos vaya por la boca, para que no creemos problemas más allá de llamar a una huelga general, que ni será huelga, ni será general.
Estoy harto de oir a mi alrededor: “es que el día que descuentan me resulta necesario”, ¿Qué vamos a conseguir con esa huelga?, “los sindicatos nos manejan a su antojo y nos sacan a la calle al haber dejado de recibir sus subvenciones”.
Y si, quizás todos tengan razón, es verdad que te descuentan el día, pero ese dinero ¿en que te lo gastas? Yo te lo digo: en gilipolleces de centro comercial, que un domingo, como no sabes que hacer con tu existencia, te dedicas a errar , empujando el carrito del vástago, por un vistoso centro comercial para enmascarar la estupidez de tu existencia, o en el mejor de los casos, aprovechas para tener una reunión familiar, en la que fardar de tu última adquisición de móvil, ¡que no los regalan, los pagas mes a mes, capullo!, con lo cual el argumento del dinero del día de huelga ¡a tomar por el culo!
En cuanto ¿que vamos a conseguir con esa huelga¿, evidentemente nada, pero ¿que conseguimos al sonreír a alguien o acariciar un cuerpo, o como en los anuncios de compresas contemplar una nube?, nada, pues claro gilipoyas, pero hay que hacerlo, porque una caricia provoca una sonrisa, una sonrisa produce otra y contemplar una nube, es pensar que no existes, o bien que tienes vocación de compresa.
Hay que hacer la huelga, porque BASTA YA, (eso es un grito(, beneficie a quien beneficie, no es un derecho es una obligación.
Yo tengo más de 50 años, un seguro privado de enfermedad, me voy de vacaciones donde se me pone en los huevos, no tengo hijos, perro y casi ni familiares, algún amor y poco más. ¿Por qué me tengo yo que preocupar por la educación de vuestros hijos, por los hospitales en los que no os atenderán, por las letras que tenéis que pagar? Fácil, porque pienso, panda de ANIMALES, (eso es otro grito) y me doy cuenta que el esfuerzo que hicieron miles y miles de personas se esta yendo por el sumidero.
Me da igual por lo que sea la huelga, la situación es injusta en todos los ordenes y día tras día lo es más, ¿es que no vais a despertar¿, y daros cuenta que, casi todos más jóvenes que yo, estáis cavando vuestras propias tumbas, como en una película de gansters.
En la escena el matón va roscando lentamente el silenciador, esperando el momento de la última palada para levantarte los sesos. Y que aun te dirá: "hazla más grande hay no caben tu mujer y tus hijos”
¿Que hace falta para que veáis el diluvio, que hace falta para que percibáis el tsunami?
Sois una panda de gilipoyas sin remedio, y yo el primero que me desgañito, para despertar una sonrisa de suficiencia en unos labios que poco a poco dejaran paso a unos dientes que formaran una calavera, calavera a la que se le borrara la sonrisa, por nada especial, quizás porque ya no habrá nada de que reír sobre un montón de huesos.
El holocausto sois vosotros, que les dejáis que lo ejecuten, ¿pensarían lo judíos lo mismo?
Descansemos en paz.
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