Te levantas con esfuerzo de la cama, es curioso, duermas lo que duermas, te levantas con esfuerzo, estás cansado, quizás la posición natural sea dormido, en coma, el cerebro, para quien lo tenga, no puede ya con tanto.
El espectáculo de la vida es un mal chiste, y peor contado, somos un experimento, por supuesto fallido, que se resiste a ser archivado y sustituido por otro que muestre otras opciones.
Ya desde el robo de la manzana, que debió ser un “escracher” al árbol de la ciencia la cosa pintaba mal, luego un hermano se cepilla al otro por un quítame allá esas preces y terminamos con un diluvio de la hostia que borra todo, pero al parecer lo que se metió en el arca no eran los experimentos idóneos para empezar de nuevo.
Y así podemos seguir con la historia tipo comic de la humanidad, por llamarla de alguna manera, hasta nuestros días.
Lo que yo digo una mala historia y peor contada; hoy los políticos viendo como les han pillado con las manos en la masa, vuelven a levantar la torre de Babel, y de nuevo surge la confusión de lenguas, que viene muy bien para hacer un tsunami que tape su mierda. ¿Qué más da que alguien hable en catalán en el congreso? Con no contestarle por no entenderle punto pelota. El problema de cataluña, todo el mundo lo sabe, no es tal, basta con darse una vuelta por la zona para comprobar la ausencia de discordia popular.
Pero eso no es lo importante, lo importante es el serial diario de millones de euros que se recortan de un lado por qué otros se los han llevado a otro lado, ¡y no pasa nada!, no van a la cárcel, no se les impide salir del país, no devuelven el dinero, tardan años en ser imputados y más en ser juzgados, con lo cual el caso prescribe, que para eso están las leyes y a otra cosa mariposa.
Mientras unos gritan en la calle, otros abogan por los traumas infantiles que se provocan a los inocentes hijos de los gritados, pero nadie se preocupa de los traumas de los niños que de sus casas son expulsados, ¡que bonito el pareado!, hasta de la desgracia se puede hacer rima.
Y siguiendo en la tónica, esto me da grima.
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