Dice el acerbo popular, que AVE que vuela a la cazuela. Pero desgraciadamente no todas las AVES vuelan, o mejor dicho hay algun@s AVES, que pueden ser sexadas en ambas direcciones, (para eso están los sexadores de AVES, complejo negocio en un mundo intersexuela).
Pero como siempre, perdiéndome, me desvío del fin del “corto” del día. Muchos de vosotros ya sabréis que me refiero a otro tipo de AVE, esta vez de alta velocidad, como su nombre indica.
Hace unos días, quizás meses, que el tiempo “vuela” (bonito giro ¡eh!), uno de ellos se desbocó y se elevó sobre si mismo, no es que lo hiciera voluntariamente, lo hizo por una concatenación de hechos, a saber: falta de atención, ahorro en infraestructuras, comisiones encubiertas en las expropiaciones de terrenos, que deberían haber sido utilizadas para su discurrir, pegado al suelo, que es lo suyo. Y como siempre despreocupación, incompetencia y latrocinio político, que demuestra una vez más la calaña que regularmente elegimos en las urnas.
Es curioso pensar que antes las urnas eran solo cinerarias, eran las que se utilizaban para meter las cenizas del difunto y llenar un campo, que así se llama “campo de urnas”, básicamente eran como nuestros cementerios, pero con advocaciones a otras deidades y no articuladas como campo santo, si no de descanso. De ahí vienen los Celtas, que son caracterizados así, por ser su rito de inhumación el descrito, “el campo de urnas con incineración”.
Bueno después de perderme otra vez, (pero de alguna forma tengo que mostrar todos los conocimientos que adquiero, merced a la lectura, ¡si coño abrir un libro y entender lo que se dice dentro!), volvamos al vuelo de nuestro AVE, que ha necesitado casi cien urnas para recoger los despojos de las entrañas de esta extraña especie, no hecha para volar y por las causas que acabamos de expresar.
Resultado: comparecencias, de RENFE, de ADIF y de la Ministra, donde no se ha aclarado nada y se han echado la culpa todos, solo falta que les echen las culpas a los muertos, (en virtud de comprar el billete), que ya no pueden comparecer, a no ser que esperemos al hipotético juicio final.
Con todos estos sucesos se han cambiado las medidas de seguridad para que no vuelva a ocurrir, jajajajaja.
Es inútil no se dan cuenta que lo que hay que cambiar es la moral de quien gestiona todo lo público, que por publico no es gratis.
Pero vamos al meollo, sin obviar lo anterior. A partir de ahora estas mentes pensantes, por recalcar una función de la que carecen, han desarrollado un nuevo estatuto u organigrama de funciones y ¿qué ha salido de ahí?: (Y aviso no es chiste), esto es, que los camareros que presten sus servicios en el AVE a nivel nacional, deberán dominar: castellano, catalán, eusquera, gallego, francés y portugués, si además transitan por esos andurriales.
Y yo me pregunto, ¿Cuántos idiomas domina un presidente del gobierno, y sus asesores, y un ministro, y sus asesores, y un presidente de comunidad autónoma y sus asesores, y una alcaldesa, pongamos que hablo de Madrid, y sus asesores…………………………….
A mi la verdad es que la cultura me parece bien, pero ¿a nadie se le ha ocurrido que estos camareros deberían también dominar el Arameo, idioma de Jesús y S. Pedro, que al fin o al cabo es el que recibe últimamente más clientes procedentes del AVE, y San Pedro es quien les va a recibir en la estación de llegada?
Buenos días y buena suerte……………. Si subes en tren.
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