Tengo un dolor de oído, que no se si es propio de una infección interna, esto es endógena o exógena, es decir de dentro de mi mismidad y es que no oigo por todas partes nada más que Doctrina Parot, como si fuese una religión, como si fuese el mantra de una secta, al parecer que solo afecta al norte de este, hoy por hoy, estado español.
Al principio la trasegué con calma, rumiándola poco a poco, con el fin de conseguir su autentico “sabor”, después paso al sistema digestivo y de ahí me recorrió todo el cuerpo hasta llegar a la razón, pero claro al pasar por el oído se fundió con el rumrum del exterior, que rezaba el mismo mantra aleccionador.
En resumidas cuentas: tu matas a uno, pues te dan un ticket por 30 años que luego, como si Tamariz fuera Presidente de Prisiones, baraja, corta y se quedan en 18 años. Pues bien, en virtud de una condena al tal Parot, se decidió que todas las penas sumaran con el fin de que no fuera igual matar a uno que a 20, así las condenas se elevaron de 30/18 años a 1000 incluso.
Así lo que a priori parece “justo” fue una cagada monumental, ya que se aplicó con carácter retroactivo, esto es, que condenas ya juzgadas o por juzgar, pero de hechos cometidos con anterioridad a la ley, se les aplicó la mencionada doctrina.
Ahora el Tribunal Internacional de Derechos Humanos, ha dictado, como es lógico, no que sea ilegal la doctrina, si su aplicación a hechos anteriores a su puesta en funcionamiento. Ellos no juzgan nuestra mierda de leyes, ni a quien se las aplicamos, sino si las aplicamos legalmente.
Esto da lugar a dos vertientes, la de los familiares de los presos que dan botes de alegría, ya que algunos tienen que salir “ya” a la calle y tienen que ser indemnizados por el Estado, esto es, por nosotros, por el tiempo que han pasado “de más” en prisión.
Y por otra parte los familiares de la victimas y las victimas supervivientes, no solo de terrorismo, también de violaciones, asesinatos económicos, secuestros, etc.
El problema que se plantea no es baladí:
¿Qué harías tú si fueras victima o familiar de las victimas?
¿Qué harías tú si fueras el terrorista o el asesino confeso?
En puridad alguien que ha matado, por el motivo que sea, y esta probado que lo ha hecho, (no como los últimos juicios “populares” donde a un “tolili” y con cuatro pruebas le echan 40 años), moralmente, seria él quien se tendría que negar a salir de la cárcel, si realmente está arrepentido, ya que si no lo esta, cabe la posibilidad que si el aire cambia pueda volver a matar.
La civilización lleva a erradicar prácticas como la pena de muerte, con lo cual estoy de acuerdo, creo más en la cadena perpetua con trabajos forzados, cuyos salarios reviertan en las victimas, ya que si se le ha privado de la vida al menos debe resarcir a los suyos, y esto no es mío lo hacen todas las tribus, bastante más civilizados que nosotros.
Pero todo esto sería justo y de ley, en un país de justicia y ley, igual para todos. Es decir que todo el mundo fuera a juicio con abogados de oficio, a los que se les sortearan los casos y que cada uno abonara al estado en función de sus ingresos y posesiones. Con lo cual abogados estrellas no pondrían en la calle a asesinos declarados y abogados basura ayudaran a meter en el trullo a pobres infelices, que ni pasaban por el lugar de los hechos.
No hace falta que cuente como funciona la justicia y a quien favorece……………………………….
Yo personalmente ruego, a quien se pueda rogar, que nunca me suceda un hecho por el cual pierda a un ser querido, ya sea a manos de un terrorista, ladrón, asesino, violador, secuestrador, político o especulador financiero.
Seré un bárbaro, pero seré un bárbaro de paciencia infinita, esperare su “injusta” libertad, mediré sus salidas, sus entradas, su día a día, en suma y al final acabaré con su vida.
Lo siento soy mortal y nada de lo mortal me es ajeno.
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