Pensando este fin de semana, que no es: “pienso luego existo”, más bien es: “existo luego que voy a hacer sino pensar”.
Ya sé, ya sé, podría ver el fútbol, follar un poco más, pero a lo primero no le tengo mucha afición y para lo segundo hace falta quórum. Pues bien pensando, sobre las mentes, he llegado a la conclusión, entiéndase, no es que concluya un pensamiento definitivamente, que no tiene conclusión lo que no tiene principio, que es el hecho de pensar. Bueno pues eso, he llegado al discernimiento de la existencia de muchos salvajes de-mente, pero pocas mentes salvajes.
A priori parece lo mismo pero no lo es amiguitos, salvajes de-mentes son los que nos gobiernan, los que nos mandan, los que nos hacen la vida más difícil cuando su misión es hacernos la vida más fácil. Pero fácil y difícil se confunde como un principio y un fin, en el que todo depende si empezamos o acabamos, es decir, en principio lo que para ellos es fácil, para nosotros es difícil y viceversa. Si para nosotros todo fuese fácil, ellos difícilmente tendrían cabida en este entramado que llamamos sociedad.
¿A que ya os duele un poco la cabeza? Pues fijaros en mi que lo he pensado. Pues bien, nos hacen falta mentes salvajes, sin cortapisas, capaces de imaginar lo inimaginable, que nadie tase su pensamiento con formulas morales o políticamente correctas.
Mentes en suma que se eleven sobre el resto y animen a su vez a todos a dar rienda suelta a todo tipo de pensamiento, que luego la evolución se encargara de seleccionarlas. Mentes salvajes, de pensamientos salvajes y de acción en consonancia, pensar y actuar, cambiar, modificar, pero por favor sin cortapisas.
¿Qué sería la anarquía? ¿Y que coño es esto que vivimos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario