EL LADO BUENO DE LAS COSAS

¡Hay que ver el lado bueno de las cosas! Le decía el otro día un enfermo de cáncer, a otro en la cola de la “quimio”……………….

Podía ser un anuncio de Aquarius y terminar con: Hasta los enfermos de cáncer son excepcionales!!!!!!!!!!!!!

Y yo pienso menos mal que son excepcionales, si fueran comunes, estábamos arreglados ¡no te jode!

Y es que hay cosas, que te pongas como te pongas, no tienen ningún lado bueno, es más no tienen ni lados, es todo un circulo, casi siempre vicioso, que nos encierra en una espiral, (¡magnifica figura literaria eh!), del circulo a la espiral por ausencia de lados.

Y es que en estas “fiestas tan entrañables”, donde se confunde la verdad y la mentira, la alegría y el dolor, el bienestar y la obligación, es difícil encontrar un lado bueno.

Para vuestro acerbo cultural he de indicaros que las navidades provienen de las Saturnales Romanas, como su propio nombre indica dedicadas a Saturno, si hombre el que se comió a sus hijos, algo que hemos heredado ya que otra cosa será pero comer en estas fechas, nos lo comemos todo, aunque no este bueno.

En estas fiestas, romanas, lo más característico era que los esclavos y sirvientes adoptaban por un día el rol del patricio, señor, de la Domus, casa y eran los que ordenaban, dentro de un orden, el funcionamiento de la misma, estando el dueño obligado a servir a los sirvientes.

De aquello que tenía un lado bueno, al menos para los esclavos, que un día es un día, no queda nada, con excepción de los regalos, la mayoría de los casos de compromiso, otra vez la buena voluntad, engañosa.

Porque a mi que no me digan, que quien te cae como el culo todo el año, llega la navidad y le deseas lo mejor para el año que viene, ¡y una mierda!, le deseas que todo le vaya como el culo. Pero otra vez por el espíritu navideño y el qué dirán a seguir la bola.

Mientras, yo sigo en la cola de la vida y miro aviesamente al que tengo al lado que sigue perorando, como enfermo de cáncer en el inicio (del texto ) “hay que ver el lado bueno de las cosas” y pienso quizás partiéndole la cabeza podría ver donde se aloja ese lado bueno.

Bueno pues eso felices fiestas y prospero año nuevo, a los hombres de paz en el mundo, jejejeje, que es tanto como no deseárselo a nadie, pero lo hago por el que diran y el espíritu navideño.

¡Y viva Saturno que encontró el lado bueno de las navidades, se comió a sus hijos, si, esos que no le iban a ir a ver cuando estuviera en el asilo del Olimpo!