Españoles, Franco no ha muerto.
Esto es lo que le hubiera gustado decir a Arias Navarro, con una sonrisa de “lao a lao”, una sonrisa que rasgara la comisura de su boca, dando lugar a unos sospechosos hilachos sanguinolentos, que recordaran al vampiro matarife que fue.
Era yo muy “cani” y lo vi en la tele, con sollozos entrecortados, cara de vampiro, sin sangre en su boca, si en sus entrañas, sangre extraña, por ser de otros. Lloró ante las cámaras por la muerte del dictador, mi padre estaba pálido, mi madre se carcajeaba, ¿de dónde vendrá mi dicotomía de carácter?
Por fin, el faraón, con minúsculas, había muerto. Un tiempo nuevo se abría, todo era posible, en un mundo sin él.
Hoy treinta y siete años, unos meses y unos días después, (no me apetece echar la cuenta), fue un 20-10-75, sumad vosotros; aquello de su discurso póstumo, del que hicieron posters en todos los colegios y nos entregaron, junto con el primer discurso del rey, quedó claro que todo y cuando digo todo, era todo, quedaba bien atado.
Así nos vemos casi cuarenta años después, los mismos que él estuvo en el poder, ¿otra vez los fractales?, estamos igual que antes. Lo dejo todo tan atado y bien atado que hoy nos gobiernan los hijos y los hijos de los hijos, de los que le arroparon en el cargo. Baste un recorrido por apellidos de cuna e ilustres para darnos cuenta de ello. Que personajes como Aznar es nieto de Alonso Cano, que por cierto no es una calle, consultar la Wikipedia.
Dicen que la historia no se repite, pero si tiende a repetirse, ya que los que la llevan a cabo son los mismos, una y otra vez, con los mismos deseos, con las mismas metas, en busca de un nuevo futuro, que en ningún caso iguale, es más que diferencie. Y es que todos queremos ser diferentes del otro, para ser algo, para no ser masa y si para ello hemos de igualar al resto, lo hacemos, pero nunca por encima de nosotros en calidad de existencia, siempre por debajo, que el poder sabe dulce solo cuando tu eres el único que lo ostenta.
Franco ni en sus mejores sueños pensó que íbamos a llegar hasta aquí, y ni se imagina ha donde llegaremos, como esto no lo pare alguien.
Y encima esto no tiene salida, no, no soy pesimista, soy realista, que no monárquico, que esto último fue el último regalo del generalísimo, y que visto lo visto más parece una familia de urracas: todo lo que brilla a la buchaca.
Nos “regalo” un rey, que tardo 12 horas en desmontar un golpe de estado dado por monárquicos, que se ha follado a todo lo follable de aquí a Linchestein pasando por oriente medio, que cobra comisiones de los países árabes por las importaciones de petróleo, que maneja un presupuesto que alguna republica africana para si quisiera. Y que impunemente hace lo que le da la gana, en lugar de hacer lo posible por meter a su yerno en la cárcel, dar dos hostias a su hija y echarla de España.
Franco ni en sus mejores sueños, soñó un futuro como este en España, al fin o al cabo están desmontando toda la red de colegios públicos que él creo, con su doctrina claro, las universidades que él abrió y en las que encarceló a miles de estudiantes por protestar, pero entonces podíamos protestar y terminar en la cárcel, ahora solo protestar ante un vermouth y unas olivas, que aquí no mueve el culo ni dios.
Ese dios que solo le escuchaba a él y le echaba el brazo sobre el hombre, cuando entraban bajo palio en alguna catedral, al fin o al cabo eran colegas, tantas veces pudo morir y de todas le salvo, la guardia mora, que arrasó España bajo su mando, lo llamaba baraka, suerte en árabe.
Pues bien, repito, jamás soñó que la religión iba a tener el mismo peso que las matemáticas, cuando ya con él era una “maria” que el párroco nos iba a dar al colegio y que no tenia ni exámenes.
Jamás soñó que las españolas, cuarenta años después, tendrián que seguir yendo a Londres a abortar, o seguir haciéndolo en una sucia cocina, dependiendo de su origen; ni siquiera se le paso por la cabeza que un fiscal defendiera a un acusado, a lo más que le subiera la condena.
Era un gran dictador, y como tal podíamos luchar contra él dejándonos nuestras vidas, con la fuerza de la calle y los ideales. Hoy con esto que llaman democracia nos han tapado la boca, y el que protesta es antisistema, pues claro ¡coño! que somos antisistema ¿Quién quiere un sistema como este, salvo ellos?
Españoles Franco no ha muerto, ha sido superado…………………………..
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