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lunes, 24 de marzo de 2014

De la transición, de la dignidad y del Alzheimer histórico

Partimos que recordar no es asegurar que los hechos se produjeron como los recordamos, pero para nosotros el recuerdo no deja de ser nuestra realidad. Hoy todos hablan de un periodo que yo viví, si, era muy pequeño, todo lo pequeño que se puede ser para sacar una reconstrucción de unos hechos, realizada por una mente libre, esto es,  sin arar en su amplio campo del entendimiento, por tanto, no afectada por plagas, insecticidas, ni una amplia gama de productos que desde entonces más que abonar nuestro cerebro lo han dejado en barbecho, es mejor no plantar sin saber que va a brotar.

Yo tenia 12 años y me presente en el colegio, mis padres con el miedo en el cuerpo me enviaron como un día más, pero no lo era, había muerto él, uno de los mayores asesinos de la historia reciente, aun se conservan cerca de un millón de muertos en las carreteras españolas, en las cunetas donde los arrojaron para borrar una parte de nuestra historia. Mi madre que por entonces tenia 12 años también,  vivía cerca del cementerio de la Almudena y llevaba una contabilidad precisa de los fusilados,  noche tras noche, en sus tapias, merced al tiro de gracia que se daba a cada fusilado para asegurar su muerte efectiva. Había noches que se dormía habiendo contando más de 200. Y a ella esos tiros no le hacían ninguna gracia, pensaba en su padre, en sus tíos, y hasta en sus hermanos pequeños, que quizás un día podían formar parte de las filas de los otros mártires, en contraposición de los muertos por dios y la patria, ambas en minúscula.

Recuerdo, luego fue así, que me dieron dos hojas enormes, como posters de cantantes de moda, uno era el testamento de franco, seguimos con las minúsculas, y el discurso del nuevo jefe del estado, el rey, seguimos sin resaltar.

Del primero me quedó que todo quedaba atado y bien atado, no me lo invento era literal, el segundo que de acuerdo con las leyes del movimiento (fascista) se hacia cargo del gobierno de españa, ya no comento nada pero  siguen y seguirán las minúsculas.

No entendía el miedo de mis padres,  nada iba a cambiar y han pasado los años y nada ha cambiado. Quedaba escrito y por tanto prefijado el testamento del genocida en manos de su hijo putativo. Los cargos los seguirían ocupando los de siempre y hoy los ocupan sus hijos. Ahora  ha muerto, el encargado por el hijo putativo para llevar a cabo el testamento del genocida:  “el gran conductor”, es curioso que ese apelativo también se le dio a Mao Tsetung, pero se ve que uno tenia el volante a la derecha y el otro a la izquierda.

El hijo putativo, el rey, eligió a quien le hiciera menos sombra y siguiera sus instrucciones al pie de la letra, que no eran otras que las recibidas, este batallo por conservar un cargo que soñaba y con el que firmaba desde sus tiempos en la universidad, quería ser Presidente del Gobierno y lo consiguió ¿a que precio?

Dicen que convenció a los procuradores en cortes franquistas, que antes se elegían los diputados igual que ahora, con la diferencia de que Franco hacia la lista y ahora la hace Botín y compañía. Pero les convenció con prebendas y promesas de intocabilidad, algo que aún colea, con la promesa de acrecentar sus fortunas y la  prohibición de investigar los crímenes del fascismo.

Dicen que fue un gran triunfo, ¡Hombre si te vas a tu casa con tu sueldo de por vida, nadie te va a pedir explicaciones del pasado y vas a seguir detentando el poder en la sombra, que más te da no ir a las sesiones, dejar que Carrillo vuelva a España y que Felipe sea en diez años presidente!

Pero se le subió el poder a la cabeza y se creyó un Mesías entre fariseos, que pronto quisieron el asiento que desde pequeñito el ansiaba, y hasta el rey que no le gustan las sombras, algo de lo que esta plagada su andadura, le volvieron la espalda. No le quedo otra,  ante el golpe de estado, en el que seguramente participaron algunas fuerzas democráticas y hasta el monarca, que alejarse de la política, aun siendo esta la que se alejo de él en sus ultimas elecciones.

¿Qué haces cuando algo te hace un daño mortal, te ves traicionado, te ves arrumbado, te ves marginado? Pierdes la memoria es lo único que puedes hacer, eso o volverte loco.

Hoy ha llovido lo indecible pero nada ha cambiado, los hijos de los procuradores en cortes dominan el congreso y el senado, sigo con las minúsculas, y todo dicen que ha cambiado, para que no cambie nada.

Ejemplo este sábado manifestación por la dignidad, semanas antes los golpistas de entonces, ciudadanos libres de ahora,  se tomaron una paella para celebrar aquel golpe de estado y no pasa nada, ni siquiera les llevan el café a la cárcel. ¿Dónde podría suceder algo parecido? Ni en Venezuela, ni en Ucrania, ni en China, ni en Rusia, ni en EEUU………………… ni en Mali.

Bien pues como decíamos, el sábado asistí, a la que quizás sea mi penúltima manifestación, que nunca se puede decir la última……………….., era por la dignidad y asistí perplejo como a las 21 horas, cuando todavía no habían terminado los discursos, pero empezaban los telediarios en todas las cadenas, un pequeño grupo de antidisturbios cargo contra 4 gritones, resultado,  arrasaron al pequeño grupo de policías que no dejaban de pedir ayuda a sus compañeros, pero que los mandos retuvieron con el fin de que fueran machacados y el efecto usado para demonizar a todos los manifestantes.

Echemos cuentas, había 1500 antidisturbios, dejaron a 37 solos y nos lo ayudó nadie, dándoles la orden de cargar y justo a las 21 horas de la noche, blanco y en botella.


Hoy se ha olvidado todo, españa está de luto, se ha muerto el que desde pequeño quería ser presidente y el Karma, su Karma le robo la memoria, ya no hay 6 millones de parados, desahuciados, ni minusválidos sin ayuda, solo hay dolor por quien llevo a españa hasta aquí.


Pues amigo Suárez para este viaje, tan cojonudo, no hacían falta alforjas, que te recuerde tu familia, que yo recuerdo a la mía que solo vivió miedo y necesidad y yo a este paso moriré, como tu,  sin recuerdos, pero no por el Alzheimer, moriré sin recuerdos por que los de siempre conseguirán robármelos, como han hecho hasta ahora, merced de mentiras, manipulación e intentando inculcar el miedo que es el virus de esta sociedad enferma.

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